Como dueños, es nuestra responsabilidad conocer los riesgos y complicaciones que existen al no esterilizar a nuestros perros y gatos. Es imprescindible tanto por el compromiso que tenemos de brindarle bienestar a las crías que estos puedan tener, como a ellos y su salud.
Esterilizar a nuestros animales previene que cada vez más de ellos se enfrenten a las calles y los riegos que ello implica. La falta de cuidados o que terminen siendo sacrificados injustamente.
♀
En hembras el riesgo de presentar enfermedades aumenta cada celo y hay mayor probabilidad de que con el paso de los años existan problemas que comprometan considerablemente su vida como infecciones fuertes, quistes y cáncer. Además de presentar comportamientos extraños como apego a peluches y juguetes, y semilactaciones espontaneas, entre otros. Por esto, la mejor manera de asegurar su salud a largo plazo es a través de la esterilización.
El procedimiento para la esterilización se llama OVH (ovariohisterectomía). Consiste en el corte y retiro de ambos ovarios y útero. Aunque es una cirugía muy sencilla, pueden presentarse diversas complicaciones por lo que se recomienda que este procedimiento de lleve a cabo después de dos meses del celo, porque en éste tiempo los vasos sanguíneos del útero son muy pequeños y se disminuye el riesgo de presentar hemorragias anormales o infecciones. Cabe mencionar la OVH previene quistes en el ovario e infecciones graves de útero que suelen ser de emergencia, disminuye la probabilidad de que se formen tumores de glándula mamaria, metástasis a otros órganos y cómo mencioné anteriormente, cambios de comportamiento.
La mayoría de los Médicos Veterinarios recomendamos esterilizar a las hembras justo después del primer celo pero, aunque no es muy común, se les puede someter a ésta cirugía un mes antes de éste, aproximadamente a los 5 meses de edad. Generalmente, con los cuidados necesarios la recuperación es rápida y exitosa.
Para los machos existen dos opciones: castrarlos o practicarles una vasectomía. Esta decisión va a depender básicamente si se desea cambio o permanencia del comportamiento característico de este género.
La castración consiste en retirar los testículos y con esto, hay una disminución en la producción de testosterona que, con el tiempo, modera el comportamiento de dominancia del perro o gato. Dejando de marcar territorio, y de luchar por cruzarse con hembras, por ejemplo.
La vasectomía es el corte del conducto que comunica a los testículos con el pene. La presencia de los testículos promueve altos niveles de testosterona y producción de espermatozoides, por lo que el macho todavía presenta comportamiento para el apareamiento y de dominancia en su manada.
Ambas cirugías son menos invasivas que la OVH, pero de igual manera se deben tener cuidados postquirúrgicos, como son:
Evitar que el peque se esté lamiendo la herida. Esto previene el retiro accidental de puntos e infecciones, además de permitir la correcta cicatrización de la piel.
En hembras, evitar que suban escaleras o brinquen.
Cumplir con los horarios del medicamento que el MVZ recete y acudir a las revisiones para descartar cualquier problema.
Recuerda que la esterilización puede salvar a miles de perros y gatos de tener una vida triste y solitaria.